Renovada

Vuelvo a Murcia, muy renovada... el 4 el cumpleaños de mi cuñada... y el 7 la libertad con Jm. Sekretua bukatu da.

Melancolía y otras sacudidas

Abandono el blog por unos días. Me pasa como a eresfea, tendré que buscar Internet en un centro cívico o en el ciber de la calle Domingo Beltrán de mi ciudad para poder hacer mi crónica semanal. Sí, queridos, me voy a casa. Mañana. Juré y perjuré, después de la última experiencia con el abuelete salido, que no volvía a casa en Bilmabús más, pero... no había otra cosa. En realidad quiero teletransportarme. Hacerme una bolita envuelta con cinta adhesiva y que mañana me lance Jm a primera hora en mi asiento y aparecer en unos segundos en Vitoria, pero no va a poder ser, claro. Llegaré por la tarde, pero llegaré mañana. Le di esperanzas a Lucía de pasar por Madrid pero al final la pereza, la melancolía... o qué sé yo me hicieron buscar viajes "directos". Estoy cansada de arrastrar la maleta de un lado para otro. Estoy cansada sin más. Tranquilos, no es la sensación de los días anteriores a la criptogénica fecha. Es, no sé, otro tipo de cansancio. Me agobia la velocidad que llevan los coches en Murcia, la sensación de vivir siempre en peligro en las zonas semipeatonales, ese lema de "primero el coche y luego el peatón" que siguen en esta ciudad, la ocupación de las aceras por gente que jamás se aparta para dejarte pasar (aunque lleves 4 bolsas del supermercado, una garrafa de agua y el maletín del trabajo). O me aparto y le digo "De nada" con ironía o le arreo con lo que lleve en las manos (no hay nada como una buena leche en la pierna con la garrafa de agua). No sé, sé que necesito respirar otro aire (que no suene a ibarretxe, claro). El otro día le arreé a una universitaria de primer año con mi bolso lleno de cosas (la próxima que se aparte). Jm dice que su cara de sufrimiento era un poema... El mal genio Torrado se duplica (lo veo) y no quiero que me llegue el arrebato y le pille a los más cercanos.. y les roce sin querer con mi bolso de mal humor.

Sí, necesito un cambio de aires. Volveré renovada, lo prometo.

Atacá y chimpún

Vale, vale... no escribo nada... pero si es que no tengo tiempo ni para ir al baño...

Lucía, Bea, Miguel, Ander... me achacan que no entran en mi blog con asiduidad porque "como no lo renuevas normalmente"...

No puedo escribir todos los días porque el trabajo y otras cosas me impiden sentarme y contar mis cosas así que decido hacerlo semanalmente pero entre el hospital, el congreso en Barcelona, la última semana de clase con examen incluido en la que me encuentro y otros motivos... pues no me dejan.

¿Qué ha pasado últimamente? Vino Ander, como bien cuenta en su blog, nos fuimos a comer, a cenar... Una gran excusa para ver a Miguel porque ya hemos acordado que cuando tengamos otra visita de la mafia pamplonica nos volvemos a ver de nuevo en Murcia. La visita de Ander llegó justo la tarde que yo me pasé 7 horas metida en un tren que me traía de Barcelona del congreso de cine europeo donde había ido a defender la maravillosa comunicación de Juanma (la visita juntos la intentaremos hacer en octubre, a ver si se puede).

Barcelona me gustó, primero porque es una ciudad ordenada para alguien que nació despistada y sin sentido de la orientación. Con un plano, unas chanclas y ropa fresca me recorrí el barrio Gótico, el Ensanche, la Gran Vïa, las Ramblas, el paseo marítimo desde la estatua de Colón... Algunos edificios que quería ver tenían la fachada cubierta como la Catedral, otros como el Palau de la Música los ví desde fuera. Interesante pero tengo que volver para poder ir al Parque Güell que con lo que me gustan a mí los colorines, los medioscírculos y las no-rectas sé que allí disfrutaré de lo lindo. Ahí va la foto.

Ah, al final me dejé lo mejor del ataque...(y con esto cierro la serie atacá): la reacción de mis alumnos. Los primeros días de clase yo comenté que jamás faltaba a clase, que si me iba de congreso siempre se recuperaría la clase porque para eso pagaban y que jamás pondría el típico papel de "hoy no hay clase" para que la gente bajara hasta el campus y se encontrara con el cartelito de marras sin más explicaciones. Dije textualmente: "si hago eso es porque algo grave ha pasado, algo gordo, vamos, sólo si estoy ingresada" y como bien me comentaron días después pensaron "algo gordo ha tenido que ser porque con lo farrullera que es ésta si no ha venido a clase es porque estará en el hospital por lo menos"...

Hasta la semana que viene.